domingo, diciembre 17, 2006

FUTBOL // Corte bajón

Por la octava fecha del Torneo Eh! Amigo de La Boca, Ladilla empató 2 a 2 con Línea San Vicente. Jere insultó a Norbi quien caliente terminó fumando.

Así como en cualquier cafetín de Buenos Aires son eternas las discusiones respecto a quien es el 6º grande en el fútbol argentino, en lo que respecta al mundo de las bambalinas, tal cuestión se plasma en quien es la cuarta diva. Sin embargo, tal interrogante parece haber llegado a su fin el último domingo. A pesar de haber manejado unos 800 km. de camino de ripio bajo un sol incandescente, el DT ladillento bajó de su glamoroso automóvil vistiendo un sombrero piluso de una importante firma de preservativos, musculosa a la onda, bermudas bugi bugi y alpargatines acompañado de un canino de bajo porte que lo acompaño a lo largo del todo el partido. En otras palabras, Beto y su perrito viajaron de la Costa Atlántica al estadio de Línea San Vicente solo para alinear al equipo de la siguiente manera: Daminato en la portería; Saulo, Juan, Jere y Largui en la defensa; Pujo, Andrés, DJ y Javi en el medio; y arriba Tavorracho y su primo mágico. (ver formación y premios)
En el primer tiempo se pudo observar al mejor Ladilla. Pases, tacos, sotanas y la buzarda de Saulo emergiendo por debajo de la camiseta tricolor alegraban a la muchedumbre, que ansiosa, esperaba el primer gol ladilloso. Tal es así que a los 10 min. los primos entraron en acción. Andrés, alias el falso Sander, tocó para Tavorracho, quien desbordó como un guachín fugaz para tocar para el Mago, que con su pincel izquierdo mandó a guardar. Línea San Vicente 0 – Ladilla 1. Incluso minutos más tarde un zapallazo de Tio Huevo se incrustaba en el ángulo superior izquierdo del guardameta contrario estableciendo el 2 a 0 para el team tricolor. Como no podía ser de otra manera descargó su locura con el pobre banderín del corner. Según Javi este lo había insultado previamente. De todos modos, a pesar de estar dos pepas arriba Ladilla resignaría su escasa posición del balón para cedérsela al rival. Así, tras una pelota parada en la que Daminato privilegió rendirle culto al Rey Baco tomándose unos vinos y tirarse en busca de la pelota como un indigente de la sociedad, llegó el descuento del Línea San Vicente. 1 – 2 y Jere continuaba tomándose la presión con su cinta de capitán carioca. Fin del primer tiempo y Ladilla se iría a escuchar las indicaciones del viejo Beto con su perrito buena onda.
En el segundo tiempo Ladilla solo se dedicó a aguantar la causa. Todo enviste de Línea San Vicente era despejado y/o/u revoleado fuera de las dimensiones de terreno de juego. De esta manera, se le hacía muy difícil a los delanteros y volantes ofensivos ladillosos retener el balón pie ya que siempre lo veían pasar por encimas de sus cabezas. Pero el cansancio y el calor jugaron un rol importante en el funcionamiento ladillento. A medida que iban corriendo los minutos, comenzaron los desacoples defensivos, la barba de Cutu, el advenimiento y post ira de Norbi Maison… en fin, este fue el preámbulo del porque Ladilla no se quedó con los tres porotos macedónicos. Todo comenzó en el minuto 25 cuando Norbi, un chico bueno y agraciado, se encontraba contemplando la agreste naturaleza del lugar en vez de cubrir su posición. Jere, un pelado malo y comunitario, con el apoyo de un célebre revendedor de golosinas, insultó a los cuatro vientos a nuestro muchachín de cabellera enrulada. Ete aquí que tal acción posibilitó que emerja de las profundidades del infierno la figura de Norbi Maison, quien respondió a los insultos de Jere con una catarata de barbaridades en bielorruso antiguo y frunciendo sus cejas en un claro duelo a muerte terminado el encuentro. Para calmar las aguas, Beto y su perrito fetiche decidieron reemplazar a Norbi Maison por las barbas de Cutu. Pero como no podía ser de otra manera, a minutos del final llegó el empate de Línea San Vicente que aprovechó tal desconcierto ladillento. Con una jugada preparada, el local abusó de la adicción de Pujola a la pasta base y así alcanzó la tan anhelada anotación. 2 a 2 y Norbi Maison convocaba a los espíritus de la calvicie para que a Jere no le crezca nunca más el pelo. Y si bien Ladilla tuvo la última jugada del partido con un latigazo del Mago que se fue besando el poste, el resultado final no variaría más.
Masticando bronca y sufriendo los chistes de DJ, los ladyboys se retiraron del estadio de Línea San Vicente. Será una semana para calmar las revoluciones.