martes, marzo 13, 2007

INFO. GRAL. // Divorcio millonario

Esta es la historia de cómo un gran amor puede terminar en Tribunales.

“Te voy a querer por siempre” le dijo Andrés a su foquita alguna vez y con frases como estas se unen las parejas. Pero hoy en día las palabras están de más y las parejas se unen en un escritorio a través de un contrato millonario que no es develado hasta que las parejas se separan.
Este es el caso de Juan Pablo Servettini y Rocío Tundidor. Después de tantos años de casados y tantos buenos momentos Rocío encontró a su marido tocándose con su amigo Pujo y haciendo uso de una de las cláusulas de dicho contrato pidió la anulación del matrimonio, y como estaba estipulado, quedarse con todos los bienes. El problema no es quien se queda con Miqueas sino quien se lleva la pileta. Lo único cierto ya lo dijo un tango: “que grande ha sido nuestro amor y sin embargo, ay, mirá lo que quedó”.

Para El Ladillón
Santos Biasatti