martes, septiembre 25, 2007

OPINION // La unión hace al grupo

Contra todos los pronósticos y venciendo las dificultades que presentaba el calendario, Shampy logró ese objetivo que se había planteado cuando asumió: armar un elenco estable de jugadores y poder entrenarlos. El mejor síntoma de que el proceso está funcionando es que se naturalizó el entusiasmo y sigue que siendo el mismo que desde el primer día. Más allá de las cuestiones físicas, tácticas y estratégicas que persigue el entrenador, el laburo diario tiene utilidades que se pueden considerar periféricas a la función innata de un técnico, pero que muchas veces son más difíciles de transmitir: como, por ejemplo, conseguir un sentimiento de pertenencia grupal que después blinde al equipo y lo haga indestructible. Estar juntos, hablar de fútbol, jugar, conocer al compañero acortan distancias y conforman un equipo. Se ve el trabajo en los entrenamientos, los jugadores no ponen excusas y van. Todos quieren estar. Hay objetivos inmediatos como mejorar la campaña del torneo pasado. De todos modos, esa mística sirve desde ya, hay material, buenos jugadores y carácter.

Para El Ladillón
Santos Biasatti