sábado, agosto 26, 2006

FUTBOL // EmpaStado en uno

Por la decimo primera fecha del querido campeonato Ladilla igualó 1 a 1 vs Musculito Gym. Sonia fue al partido y Diego se hizo el loco en más de una oportunidad. Ni que fuese un superpibe...

El heroico triunfo logrado la última semana ante 10Calenchu había proporcionado a Ladilla una fe ciega de seguir escalando posiciones en el Campeonato Eh! Amigo de la Boca y al Chino Wo la posibilidad de hablar de su gol por tres años consecutivos. En otras palabras, el equipo ladilloso llegaba inflado como buzardín de Sauloneta después de año nuevo para enfrentar al fornido conjunto de Musculito Gym en el bonito estadio de Maquensi Muscle. Pero la tardanza de algunos jugadores, el cual no develaremos sus identidades por motivos de seguridad (a pesar que a uno le gusta el vino en demasía, le pega a su hermana y tiene un parecido a John Bonachon mientras que el otro es amigo de Tete y su nombre es Lautaro) hicieron que el encuentro se retrase unos minutos. Dado que la alineación del primer equipo de Ladilla F.C. no estaba completa, el team tricolor tuvo que alinear con un wata que no había sido inscripto por otro conjunto por no poseer ni pasaporte ni documentos. De todos modos, la ilusión del aborigen duraría unos pocos segundos cuando uno de los demorados que mencionamos anteriormente hizo su presencia en el verde césped. Así Ladilla formó de la siguiente manera: Daminato al los tres palos; Cutu, Juan Mitini, Jere y Largui atrás; Leo Pujo, Javi y DJ al medio; y Tete y el Mago arriba. (ver formación y premios)
El primer tiempo fue claramente un gran dolor testicular. Algún que otro aficionado lo comparó con la sección Humorrr Leooo que publica El Ladillón una vez por semana. Sin embargo, no pueden ser obviadas una serie de perlitas que incluye cambios, patadas, affaires, etc. Pero vayamos paso a paso, diría su Majestad. Con un viento huracanado en su contra Ladilla se plantó en mitad de cancha haciendo honor a su pobretona historia. Ergo, no salió ni a ganar ni a perder… sino a ver que onda. Pero el andar fichinguero de DJ irritó al conjunto local que a los tumbos empezó a inclinar la cancha a su favor. Igualmente, tales ataques no representaban un gran peligro al arco ladilloso, tal es así que en varias oportunidades se lo vio a Daminato, con los ojos desorbitados, jugar con un encendedor y un desodorante. Por suerte, para la sociedad futbolística y fanáticos de Garfield, no pasó a mayores. No obstante, tal acción inhibió al árabe Cutu, que hasta ahí se había desempeñado con educación y simpatía, quien celoso se retiró del campo a fabricar sus propias armas de destrucción masiva. Esto le permitió al wata reingresar y volver a ilusionarse con una proyección por el andarivel derecho. Pero una patada digna de un Norbi Maison encolerizado lo sacó de nuevo de las canchas. Debut y despedida para Mukeño. Enseguida, y acompañado nada más y nada menos que por Sonia Wo, entró Diego Omar Arbelo con su cabeza al viento y la esperanza de dedicarle un gol a su concubina. Pero este no sería el último cambio que realizaría el conjunto ladillento en el primer tiempo. Faltando minutos para el final, Leo (algunos llaman el falso “Poroto” Cuberos) vio que Lautaro con una almohada en la jeta, una revista pornográfica en la mano y la bragueta abierta entraba al Maquensi Muscle. Inmediatamente, y sin que nadie le haya al menos acariciado sus frías orejitas, acusó una truco lesión made in San Petersburgo. Claro, que todos sabemos cual era su cometido. Ete aquí que Lautaro pasó a ocupar la posición de Leo, y este a tocarse. Y así, se iban los primeros 35 minutos.

El segundo tiempo Ladilla jugó un fobal de alto nivel. Claro que tal nivel pudo haber sido aún más elevado pero a Jere se le ocurrió vestir una cinta que dice capitao”, lo cual es una vergüenza para el fútbol soccer mundial. Este alto rendimiento se vio reflejado en las avellanas, nueces y almendras que desparramaba Ladilla así como también en el estímulo y sentimiento que contagiaba el Chinto Wo, con sus labios bife chorizo, al grito de “Ahhh… apúrense que quiero ganarrr… ahhh”. Aunque todo el público participe del encuentro dio cuenta que era pura chachara para su concubina, ya que sabe que en casa cobra. Así, a los 17 minutos, tras pase de Lauraro del Monte, el Mago rompió el travesaño. La gente gritó gol y Cutu algo incomprensible, pero el esférico nunca entró. A pesar que Ladilla continuó intentando jugar con buen pie, Musculito Gym pegó primero. A los 23 minutos el delantero rival se las arregló para superar el hachazo de Norbi Maison y la mezcladora de DJ y con poco espacio sacó un derechazo que ni el lanzallamas de Daminato pudo detener. Musculito Gym 1 – Ladilla 0. Pero el equipo ladilloso no se quedó y fue por el empate y las chauchas. A los 28 minutos, Tete desbordó por la derecha y sacó un centro rasante que Jere, con su cinta “capitao” y barba combativa, se encargó de pifiarle y el Mago de mandarla a guardar. Ahora si era justicia. Musculito Gym 1 - Ladilla 1 y Dieguito vociferaba con su vozarrón chino “vamos que están todos cagados estos put--”. Tal chillido causó gracia al equipo local que permitió que estos se relajasen. De esta manera, Ladilla tuvo dos ocasiones más para anotar. Primero un mano a mano que el Chino se encargó de regalar con moñito incluido al arquero, y la segunda a través de un penal que no le cobraron al cabezota. Esto enojo a Diego que enfurecido gritó: “¿Cómo voy a errarle juez? En 23 años de fútbol jamás le pifie a la pelota”. El árbitro ni siquiera le contestó por respeto a la vida. Encima a segundos de bajarse el telón, Lautaro vio la roja por decirle “caradura, concha y caca” al juez. El resultado no variaría más y finalizaría empatado en uno. Fín