FUTBOL // ¿Quién la pid10 primero?

El sábado Ladilla debuta en el Torneo Eh! Amigo de la Boca y extrenará pilcha nueva. Pero detrás de todo el colorido ladillento, una sinistra historia se esconde por la camiseta Nº10. Historia que solo El Ladillón te la puede contar.

Algunos sostienen que vestir la camiseta Nº 10 es sinónimo de prestigio, calidad y distinción debido al peso que esta acarrea en el fútbol argentino y mundial. No es el caso de nuestro afamado Ladilla Fútbol Club, en donde la disputa de tal casaca amalgamó diferentes alegatos, desde ser un superpibe hasta poder llevar minitas en la moto por la Plaza Colombia.
La puja por lucir dicho número en la espalda, que tuvo como protagonistas a Diego Arbelo, Adrián Yabo, Gonzalo Lloret y Andrés García, fue muy ardua y tediosa, al punto que el resto del plantel tuvo que demorar dos semanas a que los mogólicos se pusieran de acuerdo. En ese lapso de quince días, discusiones, ataques y chicanas fueron moneda corriente entre estos cuatro salamines. Adrián, que hasta ahora siempre había “jugado” con la Nº 10, se fundamentaba en que él debía lucirla porque Gonzalo no sabe ni siquiera caminar, Andrés escucha Arjona y Diego es Diego. Por otro lado, “el Autentico” sostenía que había hecho méritos para usarla a pesar que su panza continúa en vías de crecimiento, y Gonza solo quería fastidiar al orejón prometiendo que la utilizaría para ir al Planetario con su diminuta novia. ¿Diego? Pronto desistió de obtenerla dando cuenta de sus limitaciones, por lo que pidió la camiseta Nº 9, claro después de soñar que anotaba titánicos goles y la prensa lo llamaba “el Tanque” Arbelo.
De todos modos, la pelea por la casaca continuaba. Y solo fue posible su desenlace a través de un triste sorteo que debió hacerse en la casa de Leo (ya habrá oportunidad que vean la filmación queridos lectores). El ganador, de tal patético acontecimiento de nuestras vidas, fue Gonza. Sin embargo, se la cedió a Andy logrando su cometido de molestar a Isaac. De esta manera, a pesar que Yabo había jurado por Jehová no usar otra camiseta que no sea la Nº 10, terminó eligiendo la Nº 20 y Gonza la Nº 32.
La diez cambió de dueño, pero para desgracia de “el Autentico” el talle no es justamente el apropiado, motivo le marca sus prominentes tetunis. Igual es feliz.