OPINION. // Cara común, ¿futuro excepcional?

Vayan anotando, Jeremías Ariel Di Rosa. ¿Quién? Ustedes anoten o recorten la foto de este chico con cara de último de la fila. Lo ves y te suena. ¿Es el pibe de la placita?, ¿no íbamos juntos al colegio? Encima es dueño de esas caras masculinas estándar que te permiten creer que cualquiera puede triunfar en la pantalla chica. Pero no nos engañemos, a la edad de cualquier cadete, Jere recibe cheques con muchos ceros (sic). En 1981 Jere nació en Springfield y creció en Barracas, un barrio pobre pegadito a Avellaneda. Su prioridad era ganar unos pesos para pagar la luz de su casa, así que de la escuela a las changas y “no, a bailar no voy porque con la plata de la entrada como una semana”. Entre una cosa y otra, nadie sabe como, el chabón descubrió su vocación para la dramaturgia y entro a la escuela de teatro de Huracán. Pronto entendió que su cara de nada tenía lugar en bolos de televisión hasta que llegó la posibilidad de participar en la película de Coco Silly (pronto a estrenarse). “Fui pobre y lo único que me interesaba era conseguir dinero. La motivación inicial para actuar fue la codicia”. Respetuoso de los mayores, también escribió “Las cien preguntas de Jere”. Por ahora lo suyo es pura dedicación y esfuerzo, “no me entrene así para nada en mi vida, me preparo como si fuese una batalla”. Por supuesto no faltara oportunidad de publicar algún chismecito sobre sus primeros escándalos sobre mujeres, golpes y ebriedad, algo tipo “joven actor detenido en estado de ebriedad mientras golpeaba tachos por Iriarte”. A demás arrancó jovencito y todos sabemos lo que pasa cuando un actor tiene fama y mujeres al mismo tiempo, no faltará mucho para que merezca su propio E! True Hollywood Story.

Para El Ladillón
Santos Biasatti