viernes, julio 27, 2007

FUTBOL // Un tropezón no es caída

A pesar del esfuerzo sobre el final, Ladilla cayó 3 a 1 vs Quilmes. El sábado tendrá revancha.

“Yo soy la tierra de tus raíces, el talismán de tu piel lo dice” cantaba Rosario. Sin embargo, Nico ha dejado de ser una especie de amuleto cósmico y peronista con el que Ladilla se aseguraba los tres porotos, luego de que el sábado pasado el team tricolor fuese vapuleado por Quilmes 3 a 1.
No es un dato menor citar el regreso de cuatro players que se encontraban freezados al primer equipo de Ladilla F.C. Entre ellos podemos nombrar a: Adrián Yabo y su billete aburguesado, si bien ya había estado presente el partido anterior alentando a Diego al grito de “Sabri-Sabri”; el gordo Saulo que retornó del Retiro Espiritual que frecuenta fin de semana de por medio y en donde se junta con sus pares a beber sangre de mono pardo de Formosa; y Gonza y su rodilla agogo. Pero sin dudas la vuelta mas deseada y aplaudida fue la del contador Rodri quien tras levantarse una minita de Berazategui en El Bosque, a pesar de estar vestido con zapatos, camisa sport y suéter atado a la cintura (o sea como un maniquie de Legacy pero con sentimientos), privilegio el deporte sobre la japa diaria.
Así, el equipo ladilloso formó de la siguiente manera: Daminato al arco; Rodri, Andrés, Jere y DJ en la defensa; Pujo, Javi, Gonza y Adri en el mediocampo; y Nico y La Magia en la delantera. (ver formación y premios)
En el primer tiempo, Ladilla tuvo muy pocas situaciones de gol. Solo podemos rescatar una pared entre La Magia y Nico que terminó en las manos del cancerbero rival, un que otro deslucido y anodino centro efectuado por Javi y una macita mullidita de Adri que educadamente pidió permiso para irse por la última línea. Anterior a ello vinieron los dos pepinazos de Quilmes. El primero de ellos, por medio de un paraguayo que se gambeteó a Pujo, Rodri, Andrés, la mesa organizadora, al borracho que daría consejos finalizado el primer tiempo, a los Descarrilados de Parque Avellaneda, etc. para tocar suave ante la salida del falso John Bonachon. Y el segundo, tras un desborde en el que el ariete de Quilmes solo tuvo que empujarla. Con el 2 – 0 en contra, el nerviosismo y las tortafritas se apoderaron de Ladilla. Un claro ejemplo de ello, es un merengue a la española amasado por Andrés al querer salir jugando que concluyó en una intervención fabulantástica de Mariano “puntín loco” Donato. Jugando muy mal y con Pujo dándole a la merluza se bajaba el telón del primer acto.
En el segundo tiempo, Arbechopp entró por DJ Juanma y ocupó la posición de Gonzalete quien fue a jugar de lateral izquierdo con su rodilla murguera. Y Saulo, quien había prometido un ida y vuelta constante a pesar de la tara importante que conlleva, entró por Rodri. El público visitante manifestó su descontento por este último cambio al grito de “Yo banco a Rodriii, yo banco a Rodriii”. No obstante, con dichos cambios efectuados Ladilla ganó fobal. Pudo haber descontado a través de los pies de Diego Omar, pero como este se encuentra meado por un hipopótamo macho de la sabana africana (igual a la China le cabe la lluvia dorada en la pareja), las dos situaciones que tuvo las mando afuera. Para colmo, después de malograr tantas situaciones, Quilmes metió la tercera pepa con un sablazo del paragua que le pegó con una furia similar a la que Pujo le mete a la bebida. 3 – 0 y el panorama se ponía bastante oscuro. Pero Nico gambeteando a su marcador y al arquero cheronga de Quilmes estableció el 3 – 1 final en el tablero electrónico.

Resultado que, si bien muestra a las claras la diferencia entre ambos equipo, rescata la actitud y el valor por no bajar los brazos.